viernes, 1 de abril de 2016

PARQUE NATURAL BAHIA CADIZ

 En el centro de la costa atlántica de la provincia, sobre una gran zona humeda, se halla el Parque Natural Bahía de Cádiz. A pesar de la elevada presión humana, an se conservan zonas casi intactas como las Marismas de Sancti Petri y la Isla del Trocadero, declaradas Parajes Naturales. En torno a ellas, se encontraron restos fenicios, y romanos, como el Templo de Hércules, en la Isla de Sancti Petri, y el antiguo puerto en el Caño del Trocadero, vinculado al comercio con las Indias. Y es que el importante valor estratégico y defensivo de esta zona influyó en la temprana aparición, hace 3.000 años, de asentamientos humanos en la Bahía, que han legado un excepcional patrimonio de antiguas fortificaciones.

La intrusión del mar y la desembocadura de los ríos Guadalete y San Pedro, junto con el suave clima mediterráneo, determinan las características ecológicas de este humedal y su gran diversidad paisajística: playas, dunas, lagunas, marismas y esteros. Una de las opciones más interesantes para descubrirlas es el recorrido náutico del caño de Sancti Petri, tanto en piragua como en barco de vela. También se ofertan actividades como rutas a caballo y buceo, desde los distintos clubes y puertos de la costa.

 
En las marismas, protagonistas del Parque, se encuentran plantas como espartinas, salicornia y sarcoconia segn el nivel de inundación. La vegetación también invade las dunas, estabilizándolas conforme se alejan de la costa. Desde barrones hasta la rubia de mar o la clavellina pasando por el cardo de mar o el tártago marino son ejemplo de estas especies dunares. Alrededor, se abren paso los pinos piñoneros, acompañados de arbustos que sobreviven estoicamente a la salinidad ambiental. Como muestra del denso pinar que se extendía entre El Puerto de Santa María y Puerto Real, an quedan enclaves como el Pinar de la Algaida. En este marco habita el camaleón comn, una especie en peligro de extinción.

Su posición entre los parques naturales de Doñana y el Estrecho lo convierten en un enclave privilegiado para observar las aves que migran entre Europa y África. Este lugar alberga algunas de las colonias españolas más importantes de charrancitos, cigüeñuelas y avocetas. En las playas, el visitante divisará alcatraces, cormoranes, gaviotas patiamarilla y especies limícolas como ostreros, además de correlimos tridáctilos, agujas colipintas, charrancitos y chorlitejo patinegro. Otros habitantes son el elegante flamenco y el águila pescadora.

La vida de muchos de los habitantes del lugar ha girado en torno a las salinas, condicionando su subsistencia desde tiempos inmemoriales y marcando su carácter. Conviene realizar un recorrido por sus senderos para comprobar su influencia en el paisaje, destacando las Casas Salineras y las Salinas del Río Arillo. A la par se puede contemplar multitud de aves desde los observatorios ornitológicos habilitados.

Actualmente, la extracción de sal ha dejado paso a otras actividades como el marisqueo de estero, la pesca de bajura y la pujante acuicultura, principales recursos de la zona. Conviene degustar in situ langostinos, almejas, ostras, lubinas, lenguados, lisas y doradas de estero, apreciados por su calidad. Son famosas las tortillas de camarones, elaboradas con harina de garbanzos, antiguamente producida en molinos mareales, algunos de los cuales an se conservan en pie, todo ello regado con vinos de la zona.




Fauna

En sus caños podemos encontrar una abundancia de invertebrados en los fangos (coquinas, miñocas, cangrejos violinistas entre otros muchos) obligan a multitud de aves a que elijan este paraje como lugar de cría e invernada. Los depredadores de estos invertebrados son los correlimos, agujas, zarapitos, archibebes, garzas, cigüeñuelas, espátulas], cigüeñas], etc. Este interesante sistema de caños mareales no sólo alimenta a crustáceos sino que además es zona de cría para muchas especies piscícolas como lisas, sargos, doradas... que son preciado alimento para el águila pescadora.
En la playa de Levante encontramos desempeñando un importante papel biológico por encontrar en ella un lugar perfecto para la nidificación y cría: ostreros, correlimos, charrancitos y chorlitejos.
En su pinar sabinar da cobijo a mirlos, petirrojos, ruiseñores, etc. Y en el sotobosque acoge desde mamíferos como Jinetas, lirones, erizos, conejos y meloncillos hasta reptiles como el lagarto ocelado, culebras y el amenazado camaleón.
En las lagunas temporales del pinar de La Algaida encontramos invertebrados y anfibios como el gallipato, el sapo corredor o el sapo de espuelas los cuales encuentran en dichas lagunas buenas zonas de reproducción, alimentación y/o suministro de agua dulce para la avifauna.
También se hace uso como estero extensivo.

Flora y Fauna

El entorno cuenta con diversos endemismos de interés.

Explotación


Cicloturismo.
La explotación comercial de los recursos del parque es muy limitada, tanto pesca, marisqueo y extracción de sal, lo que provoca quejas de parte de la sociedad
Sin embargo, la gestora del parque ha hecho una importante apuesta por el turismo de naturaleza instalando merenderos, y lugares de descanso y deporte al aire libre, que se complementan con senderos naturales El parque tiene regularmente sistema de alquiler de bicicletas, canoas y un tren para hacer visitas.

Centro de visitantes del Parque Natural Bahía de Cádiz en San Fernando.
El parque dispone de tres centros para recepción de visitantes:

Amenazas

El parque ha sido víctima de modificaciones humanas desde tiempos inmemoriales, destacando el desvío de parte del cauce del río Guadalete para que desembocara en El Puerto de Santa María. Quedando el cauce anterior deniominado Río San Pedro
Como todo territorio natural, la expasión de las zonas colindantes amenaza su integridad. Una vez se paró el avance de edificaciones de Valdelagrana, parece que la principal amenaza viene por la parte de algunos organismos que realizan diferentes actuaciones en el término municipal de Puerto Real, tales como: La construcción del polígono industrial Las Aletas, paralizado por el Supremo,9 10 las ampliaciones del Campus de Puerto Real (lo que incluye la nueva Escuela Superior de Ingeniería de Cádiz) están consumiendo lentamente la superficie del parque. Igualmente supone una amenaza la propia actividad del Parque Metropolitano Marismas de Los Toruños Y Pinar de la Algaida cuya gestión premia el uso público sobre la conservación de las especies

Marisma

Marisma baja

La secuencia de vegetación se inicia con la espartina (Spartina maritima) A medida que aumenta la altitud y la estabilización del suelo encontramos el armajo (Sarcocornia perennis) de hojas crasas y pequeñas. El alga dominante es el pelillo (Enteromorpha linza)

Marisma media

El armajo (Sarcocornia fruticosa) sustituye a la sapina (Salicornia perennis)

Marisma alta


Las especies características son el armajo o almajo (Arthrocnemum macrostachyum), planta perenne, casi arbustiva que sólo tiene articuladas las ramas más jóvenes. Tiene tallos de hasta 1 m y florece de abril a junio. Otras especies vegetales de la marisma alta son el salado (Limoniastrum monopetalum) que forma matas que pueden llegar hasta un metro y medio de altura y presenta una coloración grisácea y las hojas son alternas, ligeramente espatuladas y envainantes, floreciendo de abril a noviembre, y produciendo flores de color rosado. El martavacas (Inula crithmoides) con matas de tallos muy erectos que a veces se aproximan al metro. Las hojas son bastante crasas y lanceoladas. Florece de julio a noviembre, presentando inflorescencias en capítulo, con flores de color amarillo. Se suman el saladillo (Suaeda splendens), Limonium algarvense y Limonium ferulaceum

Orillas de los caños

Desde las partes más bajas a las más altas, vamos encontrando Spartina maritima, Sarcocornia perennis, Sarcocornia fruticosa, Halimione portulacoides ( que forma matas densas de hasta 1 m y se caracteriza por sus hojas carnosas y de color gris blanquecino, floreciendo de mayo a noviembre) e Inula crithmoides.

Salinas

Sus muro tienen una vegetación parecida a la de las orillas de los caños, con añadidura de Arthrocnemum macrostachyum, Salsola vermiculata, Limoniastrum monopetalum y un pastizal donde predominan las especies ruderales y otras características de suelos salinos en su fase terminal.
La explotación de dichas salinas se ha realizado desde hace más de 3.000 años.3

Ecotono marisma-dunas


Supone el paso de los ecosistemas marismeños a los típicamente terrestres. En suelos de textura arenosa encontramos Ophrys scolopax y Anemone palmata.
En suelos profundos y húmedos, un pastizal de gramíneas con rostraria (Lophochloa cristata) cebadilla (Hordeum marinum) Polypogon, cola de zorro (Plantago lagopus), estrella (Plantago coronopus) y Bulbosa, mientras que en las zonas de matorral más aclarado: Vara de San José (Asphodelus spp, ), jacinto estrellado (Scilla peruviana), cebolla albarrana (Urginea maritima), cebollinos (Allium pallens) y Leucojum trichophyllum y en las isletas arenosas es frecuente la retama (Retama monosperma) y bufalaga (Thymelaea hirsuta)
En zonas donde se crean pequeñas lagunas encharcadas por las aguas pluviales abundan Juncus maritimus y Schoenus nigricans y en la zona inundada Scirpus maritimus y Ranunculus spp..
Las zonas próximas a las carreteras están colonizadas por especies ruderales como Retama monosperma y taraje (Tamarix gallica).

Playas y sistemas dunares


Límite con Valdelagrana.
En las dunas embrionarias encontramos especies dura y resistentes como Kali turgida y Cakile maritima, y a continuación gramíneas perennes como Elymus farctus y Ammophila arenaria que van fijando la arena.
Una vez formadas, las dunas primarias son colonizadas por Malcolmia littorea o el típico cardo marino (Eryngium maritimum) y cuernecillo de mar (Lotus creticus), y ya hacia el interior aparecen las dunas secundarias con manzanilla (Helichrysum picardi), asso (Artemisia crithmifolia) y retama.

Pinar

El pino piñonero (Pinus pinea) que se asienta sobre depósitos arenosos, es el habitante natural de los pinares del Parque. Junto a él, el sotobosque característico de los pinares costeros con lentisco (Pistacia lentiscus) bufalaga (Thymelaea hirsuta), retama (Retama monosperma), y en menor proporción espino cambrón (Rhamnus lycioides), coscoja, jaguarzo morisco (Cistus salviifolius), palmito (Chamaerops humilis), acebuche (Olea europaea), labiérnago (Phillyrea angustifolia), esparraguera blanca (Asparagus albus). En una pequeña zona de la marisma de Los Toruños podemos encontrar algunos ejemplares de pino carrasco (Pinus halepensis).


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